El 26 de abril de 1905 nació el expresidente Raúl Leoni en la población d'El Manteco, estado Bolívar, quien desde joven se dedicaría a la carrera política de por vida. Fue uno de los fundadores del partido Acción Democrática y formó parte de la Generación del 28. Al finalizar sus estudios de bachillerato, entró en 1923 a la Universidad Central a estudiar Derecho, cátedra en la que se hizo presidente del Centro de Estudiantes, para luego pasar a ser presidente de la Federación de Estudiantes de Venezuela en 1928. Ese mismo año organizó una revuelta contra el régimen de Juan Vicente Gomez por lo que fue detenido, sin embargo, continuó su lucha contra el gobierno tan pronto quedó en libertad, por lo que fue expulsado del país para conseguir asilo en Colombia. En este país junto a Rómulo Betancourt, fundan la Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) en el que firman el Plan de Barranquilla. A la muerte de Gomez, regresa Leoni a Venezuela en 1936 como activista de la izquierda, por lo que al año siguiente vuelve a ser expulsado del país. Después de recorrer varios países de Latinoamérica, vuelve a Colombia y culmina sus estudios de Derecho. De vuelta a Venezuela en 1939, de manera clandestina pasa a formar parte del Partido Democrático Nacional para luego fundar el partido Acción Democrática, conformando la Junta Revolucionaria de Gobierno al darse el golpe de estado de 1945. Siendo Ministro del Trabajo en el gobierno de Rómulo Gallegos, éste es derrocado en 1948 y nuevamente pasa Leoni al exilio, hasta que en enero de 1958 regresa a Venezuela y en diciembre de ese mismo año pasa a ser presidente de Acción Democrática cuando queda Rómulo Betancourt como presidente de la república.
El 2 de marzo de 1964 fue electo presidente de la república, en la que formo la coalición de partidos democráticos llamada la Amplia Base. El gobierno de Raul Leoni alcanzó su período completo hasta 1969, se caracterizó por su represión política y en el ámbito universitario, aunque también se realizaron obras importantes de infraestructura e interés social.
Por: Blanca Ibañez de Lusinchi